Nómadas

Mientras todos duermen - Eduardo Martos
Mientras todos duermen – Eduardo Martos

Los telediarios seguían comentando las mismas noticias de siempre en un tono de grotesca normalidad, pero nosotros caminábamos como nómadas entre casas súbitamente abandonadas, por calles desoladas y envejecidas por la soledad. Nos organizábamos sobre la marcha y regresábamos a veces a nuestros antiguos hogares para traer comida y ropa limpia. Nunca nos quedábamos mucho tiempo en una misma casa, y sólo escogíamos las que todavía tenían agua corriente. Mis padres se resistían a irse. Pensaban que era algo pasajero, que los telediarios tenían razón. Dormíamos hacinados en una o dos habitaciones para protegernos unos a otros, y nos salían hongos en los pies por la humedad de los baños comunes. Sin darnos cuenta, llegó el día en que debíamos dar el salto a un lugar mucho más lejano, dormir al raso durante semanas y comer lo que torpemente encontráramos o cazáramos. Dudé y volví a casa de mis padres, que ya no estaban. Cuando intenté alcanzar al grupo, sólo quedaban calcetines rotos y alguna cantimplora. En ese momento estarían lejos, en alguna parte incierta, y estaba anocheciendo.

 

Microrrelato incluido en Lapso.