De hecho no es la cuarta noche, sino la quinta, pero de la anterior me caí y de la otra no comenté nada (fue de microcuentos, una auténtica delicia de la que, por desgracia, no ha quedado testimonio gráfico alguno). Además, no está bien que ande siempre asaltando el cartel. Me parece una grosería.
El tema de esta noche es el apasionante mundo del ensayo y el artículo, pero en su mínima expresión. Es un ejercicio interesantísimo el de sintetizar las ideas al máximo. No en vano pensamos mediante palabras, y su abuso puede provocar pensamientos inservibles.
No me canso de agradecer a Rocío y a Marta que me hayan invitado a participar, sobre todo porque hoy he realizado un ejercicio de arqueología entre mis textos, y eso siempre es sorprendente y agradable.
Allí os espero a (casi) todos.