—Abuelo, ¿tú en qué tren sales mañana para Madrid? Nosotros vamos por la mañana, por si coincidimos.
—En el de las seis y media, hija. Muy temprano.
Pero esa conversación no es posible. O quizá sí. Quizá hay un lugar en el tiempo donde todos nos encontramos y podemos charlar como si nada fuera a pasar nunca.