—¿De quién se trataba?
—Es gente que no conozco.
—No tienes pues por qué apurarte, Fulgor. Esa gente no existe.
De Pedro Páramo.
Escritor, supongo
—¿De quién se trataba?
—Es gente que no conozco.
—No tienes pues por qué apurarte, Fulgor. Esa gente no existe.
De Pedro Páramo.