La pasada noche del martes fue, sobre todo, de reencuentros. Con palabras antiguas que sonaban a nuevo y con viejos amigos que siguen siendo los de siempre. Durante unas horas, fue como aquellas tertulias que organizábamos hace años.
Quiero dar las gracias nuevamente a Rocío y a Marta por recordarnos que somos unos cuentistas y que la brevedad es hermosa; a Maribel y a Beto por prestarme el soporte para leer mis cuentos; y por supuesto, a todos los que quisisteis compartir ese rato de literatura con nosotros.
Parece que el streaming que se emitió (y del que me enteré a toro pasado), no está disponible. Lo que sí puedo indicar son los cuentos que leí de este mismo blog: Música y Visita furtiva. Espero que os gusten.
El próximo martes tenemos otra cita, esta vez con la micropoesía. Allí os espero.