En todo siempre has visto un halo de misterio. Es tu manera de hallar la belleza que, sospechas, hay en todo. O tu manera de dársela a aquello que no la tiene.
Ese misterio está en los detalles más ínfimos. En minutos perdidos que nadie apreciaría. En la entonación concreta que una persona hace de una palabra. En cómo se añora un futuro próximo que quizá será diferente.
Y es el misterio lo que te hace seguir muchas más veces de las que te creías capaz. Incluso aunque al final no haya nada, o tan solo un mago de Oz moviendo los hilos.