Si todo ha ido bien, en estos momentos me encuentro en el acto Feliz Día de los Abandonados, organizado por Ediciones en Huida y amablemente acogido por La Carbonería. Es curioso, porque circunstancias distintas de las previstas al escribir estas líneas, podrían impedirme estar allí, y de alguna manera se habría creado una especie de realidad paralela: Mientras realmente no estoy allí, algunos afirmarían que estoy allí realmente.
El caso es que vamos a leer algunas creaciones más o menos relacionadas con el amor, pero desde esa perspectiva desengañada y solitaria tan propia de los románticos del XIX. Y claro, entre unos y otros, haremos que ese lugar y ese momento sean mágicos durante un rato.