Deshilachados

Hay personas que se van a ir deshilachando muy despacio hasta no ser nada, hasta no dejar nada más que un ligero cosquilleo que apenas evoca pasajes emborronados y frágiles. Durante semanas, meses o años, han dejado desasosiego y tristeza, pero solo era efecto de su batir de alas. Una vez ha cesado, y después de la resaca, se ve que no eran más que un cristal bien decorado, un juego de luces, una artimaña.

Casi da pena que ni siquiera lo sepan.