Hoy, este blog cumple cinco años y quizá lo he abandonado más que nunca, lo que tal vez quiere decir que estoy viviendo de manera más intensa. Mi voz ha cambiado mucho en los últimos meses. Ahora soy más brusco, pero también más sincero. He perdido muchos prejuicios, muchos adornos y muchos reparos.
Ya es una tradición publicar aquí un cuento de Navidad. Están todos aquí, incluido el de este año. Espero que lo disfrutéis. Gracias a todos por acompañarme un año más.