Preludio: La tesis original
En alguna carpeta perdida de un disco duro que está cogiendo polvo, descansa la única copia digital de una tesis doctoral. O mejor dicho, de la tesis doctoral. Una que ha adquirido más importancia que las de Marie Curie o Einstein. Es tu tesis. La que te hizo doctor. La que ahora te puede arrojar del Paraíso donde todos te admiran al fango de los mortales. La abres con un triple clic, por los nervios. La revisas con una fuerte presión en el estómago y en el pecho. Deberías estar orgulloso de ella y ahora, sin embargo, estás sopesando borrarla. Si la conservas, podría filtrarse. (más…)