—Si tu mundo se derrumbara, si todo por lo que tenías que luchar se desvaneciera sin remedio, ¿volverías a hacer lo que hiciste?
—Sí, lo haría porque en su día creí que era lo mejor. Cuando hice todo aquello, no sabía la desgracia que me iba a deparar, pero tampoco la felicidad que me traería. No podría renunciar a esos instantes felices sin volverme loco. Aunque luego venga la oscuridad, porque cuando lo haga, yo ya habré sentido la luz. Y nunca podrá consumirme del todo.