- Recuerda que quienes escribimos estos decálogos no te conocemos a ti, escritor en activo o en cierne.
- Recuerda que no sabemos nada de tus motivaciones.
- Recuerda que no sabemos nada de tus aspiraciones.
- Recuerda que no sabemos nada de tu contexto.
- Recuerda que ni siquiera sabemos si vales para escribir.
- Considera, por tanto, que hacer caso a un tipo que escribió un decálogo genérico en algún momento del tiempo, cuyas palabras se irán desgastando inexorablemente, es como tomar decisiones importantes atendiendo a esas esferas que dicen adivinar el futuro.
- Yo te aconsejaría que leas más de lo que escribes, aunque habrá veces que te apetecerá escribir por encima de todas las cosas y olvidarte de todo lo que hayas leído hasta entonces. Eso también es válido.
- Por supuesto, escribe mucho porque de ninguna otra manera obtendrás la pericia necesaria para llegar a dominar el preciso arte de expresar con palabras todo lo que te sacude por dentro.
- No le hagas caso, en principio, a ningún decálogo para escritores, o no del todo.
- Y en especial, no le hagas caso a este decálogo.